miércoles, 19 de marzo de 2014

LO QUE PIENSO YO DE TI

Autor: El Chico Bueno.

Capítulo 1: Tú.

1.1. Físico:
Tú eres lo que yo considero una chica 10. Obviamente, con tu físico, le gustarías a cualquier hombre, de cualquiera de los continentes, raza, religión, edad y nivel intelectual. Tu físico es impresionante, no cabe duda. Desde tu pelo rubio, hasta tus estilizadas piernas. Pero todos sabemos, aunque pocos somos consecuentes con ello, que el físico no es todo. Ahí es donde tú marcas la diferencia.

1.2. Cultura:
Como digo, muchos se conformarían con una apariencia, pero no yo. Yo busco encontrar en una chica alguien con quien hablar. No soy ningún premio novel, pero me gusta una chica con cultura, con ciertos conocimientos, pero también con ciertas aspiraciones, con unas metas parecidas a las mías en cierto modo. Una chica ambiciosa, en el buen sentido de la palabra, que no sea conformista en cuanto al conocimiento, me refiero. Tú también encajas en este sentido, tus aspiraciones en cuanto a nivel de estudios, se parecen a las mías, creo que se entiende.

1.3. Educación:
A nivel de educación, no sólo me refiero a títulos dados por una institución u otra. También me refiero al saber estar, saber comportarse, saber sentarse a la mesa, tratar a las personas con el respeto que se merecen y según la situación, saber hablar, escribir... Si algo tengo que agradecer a mi madre es haberme dado los valores que me dio en cuanto a esto que he mencionado, pues es muy importante a la hora de relacionarse tanto en el ámbito personal, como profesional. Cuanto más te conozco, más seguro estoy de que cuentas con este nivel de educación y saber estar. Sin duda me sentiría seguro de que vinieras a una cena con mis amigos, con mi familia e incluso a una cena de empresa en un futuro, porque se que en todas las situaciones tu estarías a la altura de la situación y que en ningún momento me sentiría avergonzado por tu comportamiento.

1.4. Elegancia:
Esto me recuerda a tu elegancia. Porque al contrario de lo que pueda pensar otra gente, la elegancia no se aprende como lo que mencioné anteriormente. Elegante se nace, no se hace. Aunque elegante pueda ser la forma de andar, de moverte, de hablar, de sentarte, de responder y elegante puedan ser las palabras, yo considero esto parte de la educación recibida. Elegante son también tus manos, elegante es tu cuello, elegante es la posición de tu espalda, elegante son tu risa y tu sonrisa, tu cara, elegante eres tú en general.

1.5. Discreción:
Precisamente por tu elegancia y tu educación, no eres como el resto de las chicas que conozco. No se conocen tus relaciones o "romances" con ningún chico, no existen habladurías o cotilleo alguno sobre ti. No se habla de lo que hiciste en tal sitio, en tal evento o en tal fiesta. De ti no se habla si no es para bien. Eres discreta, lo cual forma parte de tu educación y tu elegancia y además es algo que me encanta, porque, no se otros, pero no a mí me gusta que la gente comente cosas como... "míralo con esa que ha estado con..." "míralo con esa que el otro día la vi..." puede sonar machista, pero no es así. La mujer es libre de hacer lo que quiera, pero como dice una canción... "las mujeres se liberan copiando lo mas feo del hombre". Y en cierto modo es así. Eres libre, pero para ello no tienes que comportarte como un albañil en un andamio o como cualquier borrachuzo en una discoteca soltando piropos y borderías a cualquier hombre atractivo que pase por tu lado.

1.6. Delicadeza:
Además eres dulce, eres simpática, eres alegre, da gusto hablar contigo, siempre con una sonrisa contagiosa en tu cara. Y digo contagiosa por que cada vez que estás contenta, se me dibuja una sonrisa tontorrona en la cara.

Nunca había escrito algo así, ni te había dicho a ti algo tan claro como el mensaje que intento transmitirte con esto que estoy escribiendo. En parte es por miedo por la relación que tenemos de amistad, de contarnos las cosas y de aconsejarnos a la hora de tomar alguna decisión. Desde la primera vez que te vi, en una noche de Corpus, sentí la necesidad de protegerte, algo tan bueno, bonito y delicado no podía caer en manos de alguien que hiciera que dejaras de ser como eres. Al principio te protegía aconsejándote, sin ningún interés, por el simple echo de mantener pura a la persona más pura que conozco. Siempre he intentado aconsejarte para alejarte de las cosas malas que por desgracia hay en el mundo, pero ya no puedo aconsejarte más. No puedo aconsejarte sabiendo que me gustas porque ya no lo haría de forma desinteresada.

Capítulo 2: Yo.

 2.1. Físico:
Bueno, toca hablar de mí. Yo soy un chico normal, ni feo ni guapo, lejos del canon de belleza actual que todos imaginamos (chico alto, atractivo, fuerte...). Nada de eso, soy un chico normal sin ningún atributo físico que destacar. Soy de mediana estatura, delgado, con pelo castaño y ojos marrones, repito, nada destacable. Me podría definir perfectamente con la palabra "Estándar". Rara vez una mujer se ha visto atraída por mi físico, la ultima vez creo que sería en 2004 o así, cuando todavía era mono.

2.2. Cultura:
Gracias a Dios, diría la gente, gracias a mis padres diría yo, que no soy creyente, he tenido la oportunidad y el apoyo, que a veces he considerado obligación, de recibir una educación muy completa. Estudié en el mismo colegio que tú, terminé mi bachillerato, fui a la universidad en España e incluso estoy disfrutando la oportunidad de estudiar en el extranjero. Mis padres siempre me insistieron en estudiar idiomas, lo cual me ha ayudado mucho a estudiar en Inglaterra este año. Además he viajado mucho y a muchos países distintos. Mis padres también tienen estudios universitarios y siempre ha habido un tema de conversación interesante en casa, ya sea de ciencia, de tecnología, de política, de economía, de historia o de chorradas, también hablamos de chorradas y pamplinas en casa. Creo que es por esto por lo que busco poder hablar de estos temas con la chica que esté conmigo.

2.3. Educación:
En mi casa siempre ha habido unas normas más o menos estrictas de comportamiento, orden y limpieza. Este tipo de educación debería agradecérselo algo más a mi madre. Frases como: "Coge bien los cubiertos", "Pon las manos encima de la mesa", "Siéntate recto", etc. Siempre me he quejado de que fuera tan pesada con el tema, "Estoy en mi casa mamá, cuando vaya a un restaurante o a casa de otro, lo haré bien, pero aquí lo que quiero es estar a gusto", decía yo. Ahora agradezco tanta insistencia, y valoro mucho las personas que recibieron esta enseñanza a la hora de comer. Igualmente, mis padres siempre me insistieron en tratar con educación y con respeto a la gente, el respeto por los mayores, etc. En este tema me influyó un poco mi barrio y mis amigos, pues en mi barrio lo de hablar sin insultar no se llevaba, y el respeto era para quien lo merecía. Eso sí, a las personas que no conocía o que merecían el respeto, siempre les he hablado bien. Esto me ayudó a llevarme bien con profesores, a aprobar alguna asignatura por la cara e incluso a conseguir mi primer trabajo en un hotel.

2.4. Elegancia:
Hasta el punto anterior, todo bien. En el tema de elegancia, el barrio me influyó demasiado. Mi madre es una mujer a la que le gusta ir bien vestida a cualquier sitio a donde vaya, no es mi caso. Creo que no he visto a mi madre nunca tan disgustada como el día que me hice mi primer pendiente. "Súbete los pantalones y quítate los pendientes", "Ya eres muy mayor para ir con la gorrita" y "Estás muy guapo pero con una camisa y un jersey estarías espectacular" son varias de las frases de mi madre que aún me acompañan. Eso sí, soy consciente de que cada acto requiere una forma de vestir distinta, por lo que aún siendo la oveja negra de mi familia (en el estilo de vestir), si voy al trabajo, me quito los pendientes, si voy a una entrevista, me pongo una americana con camisa y si voy a un bautizo, me visto de chaqueta. Yo considero que mi estilo y la elegancia no son incompatibles. Pero no lo se, creo que mi estilo de vestir, no es lo que te pudiera gustar a ti, e incluso que tu madre no aceptaría que estuvieras con alguien con "mis pintas".      

2.5. Discreción:
Aquí es donde empezamos a tener diferencias. A diferencia de ti, yo frecuento bares, pubs y discotecas, y me relaciono con gente que se que no debería relacionarme. A mi favor he de decir, que no toda la gente con la que me relaciono es mi amiga, ni que me comporte igual que la gente con la que me relaciono. Tengo que admitir que soy un poco hipócrita al "exigir" que la persona que esté conmigo me gustaría que se comportara cuando sale de fiesta cuando yo no lo hago. Por esto en parte considero que tú no eres para mí.

2.6. Delicadeza:
Pasemos al punto que en realidad me enamoró de ti y en el que más nos diferenciamos. Al contrario que tú, yo he vivido mucho en la calle, ahí en la calle he vivido mis aventuras, mis buenos momentos y mis problemas más graves. En la calle yo he visto y he vivido de todo, he visto drogas, he vivido peleas incluso he cometido pequeños delitos. La gente con la que me crié no eran las mejores compañías, salíamos a hacer maldades. Pero es precisamente por eso por lo que en un principio sentí la necesidad de protegerte. Yo se que no eres tonta, pero a todos nos pueden engañar, y yo se que los hombres prometen el oro y el moro y que luego no es así. Si hay algo bueno de conocer a tanta gente, es que conozco a la gente, y sobretodo a los hombres y por eso quiero protegerte. Conozco a muchísimos hombres pero a ninguno que te merezca, no conozco a ningún hombre del que piense, "sí, con este le irá bien...".

Ni siquiera yo me considero suficientemente bueno para ti, no creo que haya un hombre suficientemente bueno para una mujer como tú. Eso es lo que me frustra, querer protegerte y saber que por mucho que te proteja, alguien en algún momento te va a hacer daño. Y me da miedo que por culpa de eso cambies, y no seas como eres, porque digas lo que digas, yo se que tu eres perfecta y si hay alguien que no quiere hacerte daño, sino protegerte y conservarte tal y como eres, ese soy yo, porque a mi me gustas como eres, con todos y cada unos de los 6 puntos que he descrito, y por más cosas que seguro me dejo en el tintero.

viernes, 7 de marzo de 2014

Bailo lento con la música, la noche era cálida. Miré directamente a su mirada y pronto se me callo la baba y comprendí, que no quería morir sin ver a esa reina otra vez y así fue, no me atreví a decirle nada... no lo intenté, de aquella forma la perdí.

sábado, 1 de marzo de 2014

CÓMO CONQUISTAR A UNA MUJER


Lo dicho en mi publicación anterior creo que puede verse algo reflejado en este vídeo que vi hace ya un tiempo...


viernes, 28 de febrero de 2014

EL CHICO BUENO SIEMPRE ES EL ULTIMO.

A mis 23 años, y experimentando la soledad de vivir en un país que no es el mio, sin la compañía de mis amigos de siempre y, por qué no, por aburrimiento. Llevo tiempo analizando el comportamiento de las mujeres, no me gusta generalizar, pero hablo sobre la mayoría (alguna habrá que se salve, o eso espero).
Bien, dado que la mitad mi tiempo en Inglaterra lo paso estudiando y la otra mitad pensando, he pensado mucho sobre las mujeres. Por más que pienso e intento comprender su comportamiento, sigo sin entenderlo.
Por suerte o por desgracia, tengo muchas amigas, mujeres, y hablo con muchas de ellas de la vida sentimental. Me muestro comprensivo, se puede decir que pueden hablar conmigo y sentirse cómodas porque de verdad me gusta escucharlas (o leerlas en este caso) y tratar de hacerlas sentirse mejor. No tengo ningún interés sexual o sentimental por ellas, incluso podría decirse que lo hago de forma egoísta, porque me siento bien haciendo que la gente se sienta mejor.

En la mayoría de mis conversaciones con estas amigas o conocidas hablamos de relaciones, de las que van mal sobre todo, de lo capullo que es su novio, su ex o el chico que le gusta. No soy un experto, ni estoy haciendo ningún tipo de estudio sobre las mujeres, pero todas coinciden en que el tipo en cuestión es un chico guapo, que ha estado con ellas un par de días, semanas o meses y las ha enamorado, y que luego se comporta igual con todas, o las engañan con otras o que, en definitiva, le hace daño y sigue sufriendo por él.
Yo no soy ningún experto en el amor, podría considerarme un novato en este tema. Sólo he  estado enamorado una vez y mi curriculum sexual no es mucho más extenso, pero he estado enamorado de verdad. He tenido más relaciones, he intentado conocer a más chicas, pero nunca he tratado de engañarlas fingiendo estar enamorado para humedecerme el miembro. Cuando he estado con una chica, “de rollo” que se dice, he estado sólo con ella, tratando de conocerla y saber si pudiera llegar a enamorarme de esa persona y no por conseguir echar un polvete y luego dejarla tirada. Tras contarles mi forma de ver el amor y las relaciones la mayoría de ellas opinan que haría falta más hombres como yo, hombres buenos, que traten de conocer a las mujeres antes de meterles la mano por debajo del vestido.


Entonces es cuando viene el problema. Si las mujeres quisieran que los hombres se parecieran de algún modo a mí, ¿por qué hace 2 años de mi última relación? Quizás porque no soy un guaperas, quizás porque prefiero pasar mi tiempo en un país extranjero cultivando la inteligencia y mi cultura en vez de pasar horas en el gimnasio modelando mi pecho y mis abdominales con polvos mágicos, o porque no sigo las modas impuestas por las grandes marcas.


En este punto me paré a pensar, ¿qué es lo que prefieren las mujeres? ¿Al hombre que no puede rascarse la espalda ni articular 2 frases coherentes seguidas y sin faltas de ortografía y que, además, las engaña con cualquiera?  Porque, al fin y al cabo, lo que quiere es una tía buena sin  importarle si es buena tía. O ¿sin embargo prefieren a un chico de físico normal, que las vea como son y no como se ven, que las trate como a uno de sus amigos y no para vacilar con sus amigos de la piba que lleva al lado, que la respete, que la mime, que la quiera…?

La situación me recuerda a una película de mi infancia, La Máscara, donde el típico pibón sólo se fija en el pobre Stanley Ipkiss, cuando éste utiliza la máscara, se hace millonario, famoso y en definitiva, triunfa. Ipkiss, escribió una carta en la película, Los Buenos Chicos serán los últimos. En la película no llegó a salir lo que decía en esa carta, pero supongo que se refería a algo parecido a lo que he escrito.
Podría decir quién soy, quizás incluso me ayudaría a que alguna lectora quiera conocerme. Pero si lo dijera quizás esa lectora solo quiera conocer al autor, y no a la persona que está detrás, asique lo dejaré así, pueden llamarme Stanley Ipkiss, Un Chico Bueno.


Fdo. Stanley Ipkiss